domingo, 27 de octubre de 2013

LOS FILMS DE DANZA QUE NO TE DEBERÍAS PERDER, BLACK SWAN (Darren Aronofsky, 2010)

Desde su estreno, hace ya cosa de un par de años, he escuchado multitud de críticas en torno a él y en no menos ocasiones unos y otros me han pedido mi opinión, la última en la consulta del fisioterapeuta al que recientemente he acudido... 

 

Pues bien, lo primero que me gustaría señalar es que no estamos ante un documental, si no más bien ante un film que se engloba bajo el género "Drama Psicológico" y que, es importante este dato, está realizado a merced de la dirección de Darren Aronofsky. Sí, el mismo que nos hizo meternos en la cruda piel de un mundo dominado por las ambiciones y adicciones (Réquiem por un Sueño, 2000), el que anteriormente había descrito de forma igualmente magistral la obsesión y ansiedad de un  matemático capaz de lidiar con una secta judía o con una no menos temerosa firma de Wall Street (Pi, fe en el caos, 1998), o el artífice de impregnarnos de igual modo de la emoción que desprende el retrato veraz, sutil y conmovedor de los angustiosos intentos de supervivencia de un perdedor (El luchador, 2008)

Por lo tanto el ballet aquí no iba a pasar "de puntillas" por la gran pantalla, sin reflejar en esta oportunidad convertida en largometraje, lo más oscuro, las obsesiones más fuertes, que pueden llegar a invadir también este arte.


Aronofksy inyecta el terror en El Lago de los Cisnes, sirviéndose de la perfección técnica e interpretativa que se esconde bajo el Paso a Dos del Cisne Negro, de la magia que encierra siempre la música de Tchaikovsky y de la calidad que una actriz protagonista de la talla de Natalie Portman puede añadir a tales condimentos, para conseguir un a mi juicio estupendo thriller psicológico si se aprecia como tal. 


Tema aparte es la opinión de los más puristas, que si esperaban ver en este film una historia verídica tipo documental, se toparon de bruces con la angustia, la lucha y la peor obsesión que podría rodear éste o cualquier otro mundo, con imágenes a veces desagradables al más puro estilo del director que se quedan grabadas con tinta en nuestras retinas y que vienen a desembocar en las críticas vertidas por el propio sector. La propia Tamara Rojo no dudó así en tildar la película de "insultante": http://www.que.es/gente/201106141206-tamara-rojo-bofetada-natalie-portman-cont.html


Ciertamente en los 102 minutos que dura el largometraje, se hace gala de una técnica tan perfecta que resulta créanme imposible salga de una actriz de cine, por muchos esfuerzos (los 9 kilos que tuvo que adelgazar y las jornadas maratonianas a las que se sometió), por mucha danza que en sus años jóvenes Portman practicara o de incluso la consabida conexión que a partir de entonces surgiera con el propio coreógrafo hoy convertido en su marido.



Tampoco es real el reflejo de que en 12 meses nadie pueda convertirse en Primera Bailarina. Discordia que quedó aún más patente a tenor de los titulares que mostraba la prensa destacando toda esta abrupta preparación de la actriz, dejando así relegada al olvido a la verdadera bailarina que hubo de doblar la mayoría de las escenas de danza, Sarah Lane. Si no me equivoco, ni siquiera su nombre aparece en las líneas de crédito de la propia película y esto sí que es un despropósito



Motivos todos ellos que los entendidos del ballet tildan de insultantes, no sin razón bajo el enfoque de que la población en general pueda entender así la distante realidad. Pero insisto "Black Swan" es un thriller de drama psicológico y en este género para mi el resultado es espectacular y por ello nunca me cansaré de ver. 

Ahora que si lo que este público quiere es un buen documental sobre danza, esperen a ver el que próximamente les recomiendo...


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