lunes, 4 de marzo de 2013

LA VOZ CANTANTE

Embelesada por esta máquina, la de mi abuela, la que muchos hoy aún tendréis quizá en vuestras casas. Parte importante y presente en muchos recuerdos de mi infancia. Objeto que curiosamente hoy he tenido la suerte de heredar... Ya que a utilizarlo bien no alcanzo, se me ocurre que lo poco que puedo hacer por este mi legado es al menos indagar de otra forma en él...

 

Histórico como que el origen de este ejemplar se remonta a su patente allá por 1851, anticipándose a la Segunda Revolución Industrial y con una repercusión tal que los tabloides americanos no tardaron en hacerse eco de su salida al mercado y denominar el revuelo que supuso como "La Guerra de Las Máquinas de Coser"... 
** Por su practicidad, la Singer se impuso entonces a la máquina de coser de Jenny Lind, llamada por cierto así en homenaje a la soprano sueca.

               
Uno de los artilugios que si bien más han marcado la historia del s.XX, cargó en sus inicios con la indiferencia de su creador. Isaac Merrit Singer les cedió su segundo apellido pero afirmó siempre que de este invento no buscaba nada más trascendental que generar dinero. Y así lo hizo: obsesionado con el mundo de la interpretación, I.M. Singer quiso dar a conocer tan maravilloso instrumento pedaleando por todo el país máquina de coser a cuestas, para cantar sus excelencias... 
Inmerso en el escándalo que había generado su controvertida vida personal, moría en 1875 antes de que pudiera vivir los años dorados que posteriormente sí que tuvieron sus ventas. Además de su también y no menos exitosa,  expansión por todo el mundo...
** En 1913, la empresa alcanzó su récord histórico vendiendo tres millones de máquinas de coser. 


A España la Singer no llega hasta la década de los '80, introduciéndose primero en la alta sociedad. 
En los años '30, el 90% de las familias españolas ya tenían una. 


Popularizada entre la clase social española, cuando la singer costaba entre 75 y 160 pesetas y saber coser era tarea obligatoria para las jóvenes de la época, labor que cultivaban en todos los talleres habidos por los pueblos y rincones de nuestro país... introdujo mi bisabuela en la familia el ejemplar que hoy conservo. 
En mi casa no fue sólo la salida profesional de mis abuelos (él zapatero, ella modista, finiquitaban sus trabajos en esta máquina semi-industrial), fue también un recurrido aporte lingüístico que la cultura americana dejó en su vocabulario. Por así decirlo, la palabra "singer" ha sido el anglicismo que ambos más utilizaron y con más familiaridad. Ignoraban hoy y entonces que el invento que tenían entre manos, cuyo nombre procedía de un apellido, tuviera una traducción tan sencilla al castellano como "cantante"...

 
Sentada, en una de las pocas sillas que componen hoy el escaso mobiliario de mi salón, vislumbro con claridad en el otro extremo la silueta de esta máquina de coser... Con mi teléfono móvil, he de remarcarlo porque es para mi de las mejores cosas que nos ha proporcionado esta tecnología de los "smartphones", comienzo a indagar parte de esta historia que acabo de resumir. Sin saber muy bien porqué o para qué, manías de una, apunto algunos datos. Más bien palabras sueltas: industria textil, teatro, publicidad cantada, singer... de ellas esta vez surgen sin embargo los hilos de una idea que arriesgo a tejer en forma de blog.
Y con el lazo que nace de esta historia, se me ocurre seguir rebuscando entre los cajones de un armario cualquiera, podría ser el mío propio, algunos otros nexos que el mundo de la moda mantenga con la cultura y otras artes: la música, el teatro, la danza o el cine, entre otras.

Así que, con tanto tiempo libre hoy por delante... Con la primera y quizá única finalidad de entretenerme... tratando de esquivar mi absoluta ignorancia en el arte de la costura para si bien no bordar, al menos hilvanar algo original... por medio de las pocas formas en las que a mi generación nos han enseñado a hacerlo: con palabras... y sirviéndome de las herramientas que hoy tenemos para ello...  
Se me así ocurre simplemente curiosear en cosas tan básicas y en ocasiones llamativas como: qué, quién/es, cuándo, cómo o porqué han sido capaces de llevar en un momento determinado, con una prenda en concreto, o con todo un estilismo "LA VOZ CANTANTE".