Last week John Galliano
broke his silence with an exclusive
interview with Vanity Fair. Today he appeared in a broadcast interview
with US talk show host Charlie Rose.
It was a crude
and emotive interview of a man seeking atonement.
After two and a
half years since his demise, John Galliano stands facing the public sober,
apologizing for the anti-Semitic comments made in a Paris café under the heavy
influences of alcohol. He claims to remember nothing as a result of being a blackout drinker and dismisses the idea
that his alcohol and drug addiction were a result of lack of creativity and
inspiration but rather his incapability of saying no and dealing with the
pressures of having to deliver up to 32 collections a year. In his hour long
interview, Galliano talks about everything from his past, as a immigrant gay
child bullied at school till his friendship with Alexander McQueen.
The interview is
clearly aimed at cleaning Gallianos public image after the recent cancelation of his workshop at Parsons
for refusing to participate in a "frank discussion forum" about his
career and given that silence, rehabilitation and his “internship” with Oscar de la Renta -set
up by Anna Wintour- were clearly not enough for his comeback to the fashion
industry.
Second chances
never came easy but how much humiliation is needed for an image clean up? Some
moments of the interview felt like inquisition, Charlie Rose impersonated
perfectly the model citizen, yet one that looks down on and judges those who do
not live up to the standards and not the empathetic and forgiving one.
There is no denying of Galliano’s
responsibility but there is no denying of his talent either. Yet even with all
that talent it was society that gave the wings to Galliano to soar high in the
sky and society did not care about the
cost of wearing those wings as long as Icarus flew. Now that Icarus has fallen,
will John Galliano have the strength to reinvent himself into a Phoenix- will
this interview be enough for that?
Olga Fedorova
Poca pena me da a mi John Galliano...
Celebro su vuelta a las pasarelas, pues es de aquí de donde nunca debiera haber salido. Como creador de tendencias y revolucionar con ellas el diseño no tiene precio. Te guste o no poca duda cabe en que este diseñador hispano-británico a lo largo de 20 años de carrera ha sabido crear una imagen de marca tan propia como característica. Extravagante e innovadora como él mismo.
Celebro su vuelta a las pasarelas, pues es de aquí de donde nunca debiera haber salido. Como creador de tendencias y revolucionar con ellas el diseño no tiene precio. Te guste o no poca duda cabe en que este diseñador hispano-británico a lo largo de 20 años de carrera ha sabido crear una imagen de marca tan propia como característica. Extravagante e innovadora como él mismo.
Como persona también lo siento todo, su refugio en el alcohol, su despotismo, su falta de ética y de humildad. Y no perdono esto último a pesar de su intento en sendas entrevistas, con Vanity Fair primero y con Charlie Rose en televisión después, de darnos una imagen de arrepentido. Ha de estarlo, qué duda cabe, sus salidas de tono en 2010 le han pasado buena factura. Tampoco dudo que se haya curado hoy de su adicción al alcohol, precisamente por esto mismo.
Pero a mi la imagen de su "disfraz" de judío ortodoxo el día después de presentar en la pasarela de Nueva York su colección para Óscar de la Renta, qué quieren que les diga, me sigue pareciendo más una provocación que otra cosa...
Así que creo firmemente en que esta imagen de apesadumbrado, derrumbado y en definitiva de persona sumamente humillada no por otra que por él mismo, me parece pura y absolutamente una campaña consensuada de lavado de imagen.
Como el Ave Fénix ahora volverá a volar su creatividad esperemos en forma de diseño, es de donde insisto nunca debiera haber salido y donde única y exclusivamente me gustaría volver a verle.
María Escolar